miércoles, 24 de septiembre de 2014

GALLARDÓN TERMINA DE DIMITIR

         El ministro de Justicia dimitió en julio, cuando lanzó un ultimátum (¡Quiero la ley del aborto antes del final del verano!), a sabiendas de que iba a perderlo. Cuando lanzas un diktat ya solo te quedan dos posibilités: o lo pierdes y dimites, o es el otro el que se rinde y dimite. Pero don Alberto (a diferencia de don Artur +), conocía perfectamente la pasta de que está hecho “el otro”; por ello discurrió tan bella salida pensando, como no, en su futura y triunfal reentrada. Doña Espe, que es olió la jugada (a su debido tiempo), decidió que quería opositar a alcaldesa, para así empezar a tener mando, aunque sea municipal, sobre el palacio de Moncloa. Esto es como la bolsa; unos valores suben y otros bajan. O como los pimientos de Padrón, va.
         Jacques tiene su apuesta personal, que se llama doña Ana Pastor. Cumple, con creces, los dos requisitos que les exige a los políticos: es buena gallega+ejerce como gallega. Como quien puede ha colocado a uno de su equipo en el ministerio de Justicia, me pega que sus acciones siguen al alza. Si fuera político, Jacques compraría un buen paquete.


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