Me
alegro por la absolución de Lopez Sors, no por su persona, a la que desconozco,
sino por el ejemplo cívico que representa para la sociedad en la que creo. Otros
recularían en el momento de adoptar la decisión de su vida, echarían las
culpas, hacia arriba, hacia abajo, se esconderían. Creo que esos son los seres que
jamás deben ocupar puestos de responsabilidad. Lopez Sors se vio obligado a
elegir entre lo terrible y lo apocalíptico y en ese momento se vio que estábamos
frente a un hombre cabal. Pudo acertar o equivocarse, pero estuvo ahí, en su
puesto, actuó como un digno capitán que se niega a que nadie le arrebate el tesoro
de su responsabilidad. Eligió. Gracias y que cunda el ejemplo.
El
mismo elogio quiero dedicar al Tribunal, que no se ha dejado presionar por
intereses o grupos que ni siquiera son capaces de decir lo que habrían hecho en
su caso. Esta es lo que Jacques llama Justicia de la buena.
Durante
las Guerras Púnicas el cónsul Terencio Varrón se empeñó en trabar batalla
contra Anibal, contra la opinión del otro cónsul, Paulo. Los romanos sufrieron
la más terrible de las derrotas: Canas. Varrón, lejos de desfallecer, reunió
los restos del ejército, los aprovisionó, curó a los heridos. El Senado romano salió
a las puertas de la ciudad en agradecimiento por no haber flaqueado y haberse
mantenido al frente de sus responsabilidades.
(Jacques reproduce el artículo
que publicó hace un año, que mantiene al 100%)
LÓPEZ SORS, UN HOMBRE DIGNO
Apoyo a Lopez Sors. Un funcionario digno, valiente,
fiable que, cuando le tocó adoptar la decisión de su vida, asumió su
responsabilidad sin excusas ni remoloneos. ¡Que Dios nos libre de enfrentarnos
a una opción como la suya entre lo horrible y lo apocalíptico!
El Prestige. Un gran buque sin gobierno, vertiendo
fuel, deriva hacia tierras gallegas. Cabe acercarlo a la costa u ordenarle que
abandone nuestras aguas. Si eres el director de la Marina , tienes que adoptar una decisión. Antes de
tomar una decisión, te asesoras. Examinas los antecedentes, como medio más
seguro para prever las consecuencias. En Galicia, los más evidentes por
inmediatos se llamaron Urquiola, Mar Egeo y Casón. Los dos primeros naufragios
de petroleros provocaron vertidos, víctimas humanas, desalojo de barrios
enteros en A Coruña y extinción perpetua de especies zoológicas en su bahía
(como los equinodermos). Los mayores aun conservan memoria de aquellas noches
en medio del día, surcadas por bolas de fuego. No obstante, toda vez que dichos
siniestros se produjeron en las cercanías del puerto coruñés, el paralelismo no
es tan patente, ya que no se trataba de una cuestión de alejar o acercar el
buque a la costa.
El paralelismo más exacto se da en el naufragio del buque Casón, puesto que
este fue acercado a propósito por las autoridades a la costa, tal como sugieren
los acusadores de López Sors que debió hacer en el caso Prestige. Gobernaban
los nacionalistas en Galicia en virtud del pacto tripartito, los mismos que
ahora ejercen la acusación particular, por lo que no se les puede negar
coherencia a su actitud.
Quizá los más jóvenes no conozcan bien las consecuencias del varamiento del
Casón, ya que López Sors ha tenido el buen criterio de no repetirlas. Fueron
estas: 23 de sus 31 tripulantes fallecidos. Aun pueden verse en Internet sus
patéticos cadáveres sobre una rampa. Vertido en la costa a altas
concentraciones de hidrocarburos y carga tóxica. Desalojo masivo de las
poblaciones de la Costa da Morte; en
principio Cee, Corcubión y Fisterra fueron forzosamente abandonadas por todos
sus habitantes; más adelante, el resto de los aterrorizados habitantes de la nunca tanto Costa da Morte iniciaron un patético
éxodo por los montes ¡algo de proporciones bíblicas! Lívidos se quedaron al ver
los 700 autobuses que venían a por ellos; muchos huyeron por piernas.
Estadísticas posteriores calcularon en un 10% el incremento mortalidad causada
por ese cierre instantáneo de hospitales, arrastre de enfermos, de ancianos,
etc. Cargas policiales, barricadas de ciudadanos en Guitiriz intentando impedir
el paso de la mercancía. Paralización de la factoría de Alúmina –incluso
procesos inaplazables con destrucción de la maquinaria-, despidos masivos,
incidentes, cargas policiales, heridos, detenidos… La carga tóxica aun sigue
derramándose a nuestros días en la playa do Rostro, veintitantos años
después, causando irrecuperables daños a la flora y fauna.
Con este precedente ¿Qué hizo López Sors? Salvar toda la tripulación. Toda.
Limitar el daño rechazando el buque de nuestras aguas, evitando la formación de
nubes tóxicas sobre la costa así como concentraciones asfixiantes y/o cancerígenas
de fuel. Con posterioridad, el buque fue vaciado de su carga en condiciones
seguras. Ni una sola víctima en tierra, ni una herida en un dedo, nada.
Recuperación al año del daño ecológico. No se evacuó A Coruña ni se desplazó de
su casa a ni una sola persona. A nadie.
Ver como es acusado un funcionario digno y capacitado, que asume y ejerce su
responsabilidad; ver como se le embargan sus bienes a un jubilado por cumplir
magníficamente con su deber, todo eso a Jacques le da… nauseas.
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