Bandera de Arousa, el otro prusés (click, click) |
La papeleta del referéndum catalán
me ha parecido algo maravilloso. De golpe, ha regresado a mi mente la clase de
Literatura del profesor Queisiños.
Dante, además de la Divina Comedia, tuvo la humorada de clasificar las lenguas romances en tres grupos, según la forma de decir sí: Las lenguas d´oil (oui), casi toda Francia; las lenguas del sí, Italia y España; y las lenguas d´oc, en el Sur de Francia, o sea el Languedoc. La papeleta da esa opción y yo pienso votar “OC”, pues todo está en empezar y pienso que los catalanes en breve conquistaremos Carcassonne, Perpignan, etc.; el Langue-d-oc.
Dante, además de la Divina Comedia, tuvo la humorada de clasificar las lenguas romances en tres grupos, según la forma de decir sí: Las lenguas d´oil (oui), casi toda Francia; las lenguas del sí, Italia y España; y las lenguas d´oc, en el Sur de Francia, o sea el Languedoc. La papeleta da esa opción y yo pienso votar “OC”, pues todo está en empezar y pienso que los catalanes en breve conquistaremos Carcassonne, Perpignan, etc.; el Langue-d-oc.
Porque ¿quiénes seremos nacional-catalanes?
¿Los forzados, los agarrados por el suelo o por nuestros pies? ¿Los
empapelados? ¿Los saltarines?
Al ser Catalunya una nación
fantástica, creada por la Literatura, esas cosas hay que aclararlas. Nación,
nación, lo que se dice nación, no lo fue nunca: como mucho parte del Reino de
Aragón, uno de los fundacionales de España y la mítica historia de Casanova, una
batallita más de nuestra guerra civil española entre Austrias y Borbones. Aun
así, Jacques cree en las creaciones de la mente, esos ectoplamas que se
convierten en realidad palpable y tocable. Pero al ectoplasma, como al Quijote
o a la Comedia de Dante hay que modelarlos, darles trama y verosimilitud: requisito
indispensable para que el espectador acceda a la “suspensión de la incredulidad”.
Posibilidades.
La nación catalana podría ser
agarrarte por los pies. Es decir, todo el que esté pisando el suelo de la
autonomía de Cataluña, se convierte en nacional del nuevo País d´Oc por
determinación de la mayoría parlamentaria, aunque minoría ciudadana. De esta
forma, Junts pel Oc, Esquerra y Cup arramblarían con todas las gallinas que
pillaran en el gallinero. Lo malo es que un montón de gallinas se rebelarían,
ellas querrían seguir cacareando co-co-co y no oc-oc-oc. Por eso, esta
modalidad requiere tiros y cañones, fuerzas al mando del general Jackson Stonewall
en la guerra civil americana, o, más prosaico, el Ulster o las masacres de
Srebrenica. ¡A santo de que nadie va a dejarse agarrar por los pies si no le
apuntan con una pistola! Risa da pensar en el Puigdemont echado a tus tobillos
mientras te suelta: parole, parole, parole…
O la nación catalana puede ser
cosa de papeleo, como en El Proceso de Kafka: todo el que esté fichado como
catalán, esté donde esté, se convierte en súbdito de esa demi-Cataluña formada
por JxSí (o Junts pel Oc), Esquerra y la CUP. Por ejemplo, el propio Jacques,
que se declaró catalán en un viejo testamento otorgado en Sant Boi. Pero la
novela de papel, más que ninguna otra, requiere credibilidad: si al lado está
la vieja historia de la España de toda la vida, o sea Caixabank pastoreando los
fondos de los sorianos y clases medias comiendo butifarra, va a ser difícil que
los lectores serios compren masivamente el nuevo argumento del Far East.
O… Se proponen interesantes
soluciones para los que quieran seguir siendo catalanes com sempre: su estatuto
personal sería el de españoles, pero el territorial, catalán. O sea serían
españoles volando, levitando como Santa Teresa. También cabría la modalidad de
saltos repetidos, tal vez no excesivamente adecuada para ancianos.
Vale, pero si me dejan votar OC
votaré OC; solo por el gustazo. Luego me fugaré y me haré gallego: aquí, todo
se basará en Valle Inclán y coronaremos por rey al marqués de Bradomín. Aunque
Juan Carlos, el rey de Sanxenxo, podría ser un magnífico candidato.
Of course, reivindicamos Portugal
hasta Braga, que desde lo del pio
latrocinio, allí podemos hacer lo que nos de la gana. Ah, en el referéndum hay
que incluir la opción “SIM”, que luego van y no nos dejan reclamar Vila Nova de
Cerveira…
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