martes, 16 de julio de 2013

COMO INSULTAR COMO UN CERDO Y NO MORIR EN EL INTENTO


         Si estás en sede judicial y encima eres imputado, puedes mentir, insultar y soltar toda clase de canalladas sin pruebas. No te pasará nada. Claro que para la gente honrada y decente a quien te insultas es a ti  mismo; estás diciendo: soy un facineroso. Pero ¿quién dijo que a Bárcenas le importe la gente honrada y decente? Su público son los facinerosos; lo llamativo es observar cuantos se apuntan encantados a tan ilustre cofradía.
         El presidente Rajoy es una persona honrada a carta cabal. Para su desgracia no sabe ser otra cosa; lo lleva en su ADN ya que nació en un juzgado. Por eso no creo que vaya a hacer caso del consejo de Jacques pero, por si acaso, ahí va, y aun por encima, en francés:


         “Á la guerre, comme á la guerre”

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