Hoy tenía idea de
meterme con las modificaciones de los testamentos acordes con la nueva
normativa fiscal de Galicia. Pero eso sería de cobardes. Lo de Cataluña, con la
consiguiente voladura a la yugoslava de España (luego vendrán Euskadi,
Canarias, Baleares, Navarra, Valencia, etc…) implica la abolición del Estado
del Bienestar, tal como lo entendemos ahora. La Sanidad , las Pensiones, la Educación , el subsidio
de Paro, etc. etc. de los gallegos pasarán a tener, en el mejor de los casos,
un nivel portugués. Eso implicaría el mayor cambio en la vida de los gallegos,
excepto de la aquellos que vivieron el aura de fuego del 36.
Una de las primeras
cosas que te suelta el Presidente, en cuanto empiezas a darle la matraca, es que
“no se que le pasa a todo el mundo, que se empeñan en darme consejos de
política, como si no hubiera nada más”. Bueno, pues eso. Los de Jacques serán
particularmente ninguneables, pues habiendo militado en casi todos los partidos
políticos, nunca ha superado el grado de cabo.
El presupuesto de
cualquier actuación es que hay que estar unidos como una piña. El que crea que
con Mareas se arregla algo, es mejor que se vaya a pescar chocos; a los hechos
me remito. Lo segundo es que YA es el momento de la acción. No hay nada que
esperar. Los delitos los cometen también
los que los inducen y los que cooperan con ellos. ¿Alguien tiene alguna
duda que YA se está induciendo a un Golpe de Estado? Una coalición cleptocrático-gamberra se dispone a
atentar contra los derechos más básicos de los gallegos.
En mi opinión, la
solución debe basarse en dos factores: la Vis y la Política.
Hablo de Vis (la fuerza), no de Ius (el
derecho) porque como los juristas saben, es idéntica la raíz latina de ambas
palabras. El Ius sin la Vis
no es más que un monigote, un hazmerreír. En tal sentido, el Estado debe
reasumir aquellas competencias que se han propuesto o utilizado, por sus
actuales detentadores, como instrumentos de delito.
En cuanto a la Política : Entiendo que es
precisa una “Gran” iniciativa política a uno o dos años vista, que no puede ser
otra que la celebración de un referéndum. En él se debe plantear la culminación
de una democracia fija y estable (especificando y ampliando algunas
competencias autonómicas, como la transferencia total del IRPF; prohibiendo
travases de dinero del Estado a la autonomías que no tengan por objeto la
solidaridad interterritorial -con unos criterios rígidos establecidos por ley-;
especificando y cerrando las competencias exclusivas de las Autonomías y las
del Estado, que podrá reasumir aquellas cuyo manejo entienda sedicioso el
Tribunal Constitucional). En particular entiendo que se debe suprimir el inciso
final de art. 149 de la
Constitución , origen de esta democracia auto-combustible que
padecemos. Ese artículo se pactó para la lealtad, no para la traición. En
cuanto al régimen electoral debe ajustarse técnicamente para impedir que minorías
locales tengan una desproporcionada influencia sobe el conjunto de la
ciudadanía.
En resumen, 4/5 de
Alemania y una pizquita de Francia. Yugoslavia, para los que le guste la
pólvora y la sangre.
Que
la ciudadanía decida. Si estamos unidos, no pasará nada. Y si no, que cada cual
se abra paso a tortazos hacia un bote salvavidas. ¿No has escuchado el grito de
¡SALVESE QUIEN PUEDA!?
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