martes, 10 de noviembre de 2015

CATALUÑA, CLARO


            Hoy tenía idea de meterme con las modificaciones de los testamentos acordes con la nueva normativa fiscal de Galicia. Pero eso sería de cobardes. Lo de Cataluña, con la consiguiente voladura a la yugoslava de España (luego vendrán Euskadi, Canarias, Baleares, Navarra, Valencia, etc…) implica la abolición del Estado del Bienestar, tal como lo entendemos ahora. La Sanidad, las Pensiones, la Educación, el subsidio de Paro, etc. etc. de los gallegos pasarán a tener, en el mejor de los casos, un nivel portugués. Eso implicaría el mayor cambio en la vida de los gallegos, excepto de la aquellos que vivieron el aura de fuego del 36.

            Una de las primeras cosas que te suelta el Presidente, en cuanto empiezas a darle la matraca, es que “no se que le pasa a todo el mundo, que se empeñan en darme consejos de política, como si no hubiera nada más”. Bueno, pues eso. Los de Jacques serán particularmente ninguneables, pues habiendo militado en casi todos los partidos políticos, nunca ha superado el grado de cabo.

            El presupuesto de cualquier actuación es que hay que estar unidos como una piña. El que crea que con Mareas se arregla algo, es mejor que se vaya a pescar chocos; a los hechos me remito. Lo segundo es que YA es el momento de la acción. No hay nada que esperar. Los delitos los cometen también los que los inducen y los que cooperan con ellos. ¿Alguien tiene alguna duda que YA se está induciendo a un Golpe de Estado? Una coalición cleptocrático-gamberra se dispone a atentar contra los derechos más básicos de los gallegos.

            En mi opinión, la solución debe basarse en dos factores: la Vis y la Política.

Hablo de Vis (la fuerza), no de Ius (el derecho) porque como los juristas saben, es idéntica la raíz latina de ambas palabras. El Ius sin la Vis no es más que un monigote, un hazmerreír. En tal sentido, el Estado debe reasumir aquellas competencias que se han propuesto o utilizado, por sus actuales detentadores, como instrumentos de delito.
En cuanto a la Política: Entiendo que es precisa una “Gran” iniciativa política a uno o dos años vista, que no puede ser otra que la celebración de un referéndum. En él se debe plantear la culminación de una democracia fija y estable (especificando y ampliando algunas competencias autonómicas, como la transferencia total del IRPF; prohibiendo travases de dinero del Estado a la autonomías que no tengan por objeto la solidaridad interterritorial -con unos criterios rígidos establecidos por ley-; especificando y cerrando las competencias exclusivas de las Autonomías y las del Estado, que podrá reasumir aquellas cuyo manejo entienda sedicioso el Tribunal Constitucional). En particular entiendo que se debe suprimir el inciso final de art. 149 de la Constitución, origen de esta democracia auto-combustible que padecemos. Ese artículo se pactó para la lealtad, no para la traición. En cuanto al régimen electoral debe ajustarse técnicamente para impedir que minorías locales tengan una desproporcionada influencia sobe el conjunto de la ciudadanía.
            En resumen, 4/5 de Alemania y una pizquita de Francia. Yugoslavia, para los que le guste la pólvora y la sangre.
            Que la ciudadanía decida. Si estamos unidos, no pasará nada. Y si no, que cada cual se abra paso a tortazos hacia un bote salvavidas. ¿No has escuchado el grito de ¡SALVESE QUIEN PUEDA!?

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