sábado, 22 de agosto de 2015

CALVARIOS BRETONES&GALLEGOS


En la Bretaña francesa, uno de los circuitos veraniegos te lleva a seguir la ruta de los enclos paroissiaux (enclaves parroquiales), una especie de espectáculos en piedra de cuando no existía You Tube. Sin duda suelen representar personajes religiosos; el Calvario no puede faltar; pero también todo tipo de personajes que "pasaban por allí" conformando una de las más deliciosas muestras de cultura popular.

Hasta hoy casi nadie iba a verlos; ahora empiezan a llegar los gringos y se los iluminan de colorines. Pero se dejan ver con agrado; aun no representan un tormento veraniego como las colas y apretujamientos sudorosos del Louvre, los Uffizzi o la apestosa Venecia. En Guimiliau, Pleyben, Saint Thégonnec, Guéhenno, Trolimon, Plougastel o Plougonven no podrás dejar de reconocer el perfume de lo auténtico. Castelao los llamaba Calvarios y sostenía que “na Galiza” no había nada de eso.
Permítame que discrepe, doctor. No alcanzan la monumentalidad de los franchutes, eso por descontado; en vez de cientos de personajes hay que poner el listón en la veintena o poco más. Pero, a cambio, todos tienen una leyenda, un crimen, un pecado, una expiación. "Onde hai un cruceiro, houbo sempre un pecado", dijo don Daniel, y podríamos tener la insolencia de añadirle que donde hay un super-cruceiro (= un Calvario), es señal de que hubo un super-pecado, una aberración. Espera y verás. Se te van a poner los pelos de punta. 

En la Bretagne los circuitos suelen recorrer "Los siete mejores enclos paroissiaux" o Calvarios (los antes citados), Jacques, para sus cabalgadas ciclistas veraniegas ha adaptado a Galicia la misma técnica. A su juicio, siempre subjetivo, estos son los siete mejores "enclos" gallegos: Bayona, Barbudo, Xende, Hio, Covelo, Eiroa y Abegondo. Sí, la mayoría están en Pontevedra ¿pasa algo? En el interior de la mente jacquetónica están permitidos los enchufes y el Tráfico de Influencias.
















1: LA TRINIDAD DE BAYONA

El number one de los Calvarios gallegos sin duda es el de la Santísima Trinidad de Bayona; no sólo por datar de la década de mil cuatrocientos, sino también por el extraño fenómeno paranormal con el asociado como suele suceder en toda pirámide. Sí, estás debajo de una pirámide sobre columnas. Llegarás allí siguiendo la calzada romana; pero si eres un cochino materialista te diré que eso es lo mismo que subir la calle de los vinos hasta muy arriba, donde apenas quedan tascas.
El monumento se puede definir como una pirámide pétrea bajo la cual se acumulan unas veintitantas figuras polícromas, encaramadas, reptando, colgadas... del tronco o el travesaño de una cruz. Personajes muy abrigados, mediavaloides, somnolientos... en verdes musgo o esmeraldas, azules cobalto o sienas, que enseguida te sugieren la magia del lugar. Increíble como se sustentan en el aire hasta cuatro personajes pegados a los extremos del travesaño de la cruz; dirías que son monos araña colgados por la cola de una ceiba. Dicen que son Cristo, la Virgen, el Apóstol, la Dolorosa, la Magdalena... y hasta una decena de personajes bíblicos. Quizá pero Jacques nunca vio un Niño tan gordo. ¿Y no son extrañas esas tumefacciones o bultos que, como huevos siniestros, brotan del travesaño crucial? Tal vez sean una representación de las bubas (peste bubónica) pues aquí se rogaba a los Cielos cuando el mal aire caía sobre la villa, sobre un altar de piedra que aún existe. Precisamente esa enorme losa es el origen de una práctica mística que aún tiene adeptos, los cuales afirman que, pronunciando cierto conjuro, es posible percibir un fenómeno de transubstanciación o realidad virtual. Por supuesto se trata de una paparrucha que tiene su origen en cuando Pinzón, un día de 1493, sostuvo aquí, entre alabanzas a la Virgen, que existía un mundo con papagayos, tabaco, huracanes y esmeraldas. Lo que pasa es que era verdad; había descubierto América; el tal Colón llegó más tarde. Pues hay quien mantiene que, dando un croque en la piedra, puedes ver otros mundos aún más raros. Pregunto a un señor que viene, alegre, de la parte baja de la calle: responde por “don Ramón” y ha sido traficante de armas durante la guerra de los seis días.

¿Y como se llama ese nuevo mundo, om? "Trafalmador, carallo". ¿Cual es el conjuro? "Anatni Korian, escríbelo bien en el iphone, carallo". ¿Hay que pegar fuerte? "La hostia" Jacques embiste el pedrolo y realmente ve otro mundo, pero se trata de una variedad a base de estrellas de colores.
VISTAS BAJO LA PIRÁMIDE
EL PREMIO DEL CICLISTA

¿Después? Coges la bici y haces un deslumbrador recorrido hasta La Guardia, con el mar de sombrero, por encima de tu cabeza, créeme. Subes Santa Tecla, la bajas, te diriges a la Fiesta de la Langosta, pides una con albariño del Rosal. Este sí que es el mejor de los mundos, carallo.

2: BARBUDO, EN PONTE CALDELAS

El number two es un caso claro de “tráfico de influencias”: El de Barbudo (Ponte Caldelas) es el favorito de Jacques. Como todos, este también tiene un misterio; en este caso de investigación criminal. “LO QUE AQUÍ PASÓ ES COSA QUE CAUSA HORROR/ AY DE TI SI TE CONDENAS, TE SERÁ PEOR”, te espeta el Peto de Ánimas vecino y, la verdad, se te erizan los vellos. ¿Qué pasó aquí?¿eh?
            Empezando por el principio, se llega a Barbudo en bici desde Pontevedra o Sanxenxo siguiendo la cuesta de Ponte Caldelas. Ya en su casco urbano, te desvías a la derecha por el cartel de SOUTOMAIOR; dos kilómetros adelante, giras a la izquierda por donde pone BARBUDO. Al subir y bajar el Castro de Barbudo te sorprendes de tanto silencio, solo roto por el agudo chillido del miñato; una atmósfera de locura y crimen que… No, todavía no es el momento.
            El Calvario, nada más bajar del castro por la carretera te dejará sin habla. No es normal ver una triple crucifixión: La central, no se aparta de los cánones: Un Cristo, la Virgen, Ángeles y un par de Santos en el tronco. Pero sin duda si lo hacen los crucificados de los lados: un pícaro y un depredador sexual. El pícaro, Dimas el buen ladrón, aparece a punto de ser rescatado por un par de ángeles. ¿Su delito? Según el Evangelio de Nicodemo, haber desnudado a la mujer de Caifás. Y ya. Nada más. Ha sido perdonado en la cruz por el propio Salvador.
A la izquierda, Xestas, el mal ladrón. ¿Su crimen? Muchos, pero su especialidad era atrapar señoras, colgarlas de un árbol por los pies y seccionarle los pechos. Va, y otras pero ya sin ganas, como usar de pajita las tibias de los niños para sorberles los sesos. El demonio en forma de monstruo alado se lo está comiendo, se relame de gusto. Te quedas un poco de piedra de que se someta a adoración en un cruceiro a semejantes personajes. Y, un poco más adelante, en la recta, el Peto de Ánimas: “Lo que aquí paso es cosa que causa horror” ¿Qué? ¿Qué?

            Jacques cree que las “especialidades” de los personajes laterales pueden darnos una pista. Por aquí, según el Sumario del Juicio en la Audiencia, pasaba Romasanta, el hombre-lobo gallego. Por resumir (el resto lo miras en Wilkipedia), se dedicaba a matar señoras a las que extraía las grasas con las que fabricaba una afamada crema para el acné; por eso era llamado “el saca-mantecas” (personaje con el que Jacques era amenazado en su infancia cada vez que no hacía los deberes). Creo que esa “cosa que causa horror” se refiere al des-mantecamiento de una novia, costurera por más señas; luego, en el juicio, vino con la leria de que se convertía en lobo cada vez que había luna llena. No le creyeron, claro, y lo condenaron a garrote, pero a la reina Isabel II le hizo gracia semejante disculpita tan ingeniosa y lo indultó.
            Para volver, mejor seguir hacia Soutomaior con parada en el Beiramar de Arcade. Arroz de mariscos para chuparse los dedos; te guardan la bici en la bodega y tienes la “disculpita” de que el arroz son hidratos de carbono y los deportistas necesitamos… etc, etc.

3: XENDE, EN A LAMA

El number three, como el anterior, es una obra del maestro Perdiz; me refiero al Calvario de Xende. Claro que encubre un misterio, como todos, pero en este caso se trata de algo del género de la telapatía o la comunicación extra-sensorial. Pero empecemos por el como llegar. La carretera también es la de Caldelas; puedes ir por A Lama o por Forzans, de donde salen sendas pistas; pero solo opta por la primera ruta si eres Nibali, Nairo Quintana o Chris Froome. Si eres un ciclista normalito que ya no aspira al maillot amarillo, desvíate en Forzans siguiendo el indicador de XENDE.
El Calvario está bajo una cúpula pétrea: se trata de una cruz a la que se adhieren todo tipo de seres celestiales, polícromos (recuerda algo al de Bayona). En el tronco: Adán y Eva, la Serpiente, la Fustigación, la Santa Faz… En la cruz: Cristo, la Virgen, el Niño… Ángeles que revolotean que, vistos desde abajo, recuerdan algo el tipo de perspectiva “Santos de culo” cuya perfección suprema se alcanza en el Jesú de Roma. Hasta cinco personajes más sobre el baldaquino; otros en la fuente de introducción al monumento (incluida un águila en semi-reposo). Y mucho más, como una gruta con cascada y señora con cántaro; dos Petos de Ánimas de colorines con personajes haciéndose churrasco (no falta el churrasco de Obispo), un vía crucis, y muchos etcéteras.
Pero mejor no dar detalles: este es un lugar de misterio, enclavado en medio de una selva procelosa y mejor será que cada cual lo disfrute con los ojos de su propia imaginación.

Y ahora vamos con la historia correspondiente. Este Calvario (como el de Barbudo) es obra del maestro Perdiz. Un día, cuando estaba en los andamios de la obra, de repente empezaron a tocar solas las campanas de la iglesia inmediata. ¿Qué pasa?, ¿qué pasa?, vinieron sobresaltados los vecinos. “Nada, pero mejor me voy a echar un pitillito”, dijo el señor Perdiz. Mejor hubiera sido se echara dos; tan pronto reanudó su trabajo el andamio se derrumbo, quedando el maestro colgado de las cuerdas por los pies. Como secuela le quedó un hueso (¿la tibia?) al exterior que a partir de entonces le perforaba el zapato derecho. No ganaba para calzado. Perdiz. Jacques no sabe donde darán perdiz; pero en Casa Pipeiro de Ponte Caldelas se come la mejor empanada del mundo, sin coñas. Puedes excederte: a partir de aquí todo es bajada a “tumba abierta” hasta Pontevedra. 

4: OHIO (O HIO) EN ALDÁN-CANGAS


El Calvario numero cuatro, pues, es el de O Hio (léase Ojaio U.S.A.), que para muchos es el número uno. Hasta ahora se decía que era obra de Pepe da Pena, nuestro gran escultor popular el cual, murió ciego, siempre fue pobre y, encima, está de moda decir que sus obras no son sus obras. Esta, por ejemplo. En el fondo, se hace por darle en los morros a Castelao, que es el que se las atribuye, la cosa no va con Pepe da Pena.
El enclave, enmarcado en la Ria de Aldán, es de apabullante belleza, quizás por eso no acaba de convencer a Jacques. Carece de humildad. ¿Qué decir de sus monumentos que no se sepa ya? ¿Existe alguna oficina de turisgalicia que no vista sus paredes con ellos? El basamento de la gran columna barroca se reparte en cuatro hornacinas con escenas bíblicas. En el fuste, Adán y Eva, la Purísima, dragones y mazmorras... Eu, digo, dragones y ángeles. En la cruz, el Descendimiento, con Nicodemo, Juan de Arimatea, San Juan, la Virgen, la Dolorosa, una Dama… En los alrededores un auténtico enclos paroissiaux al estilo breton-francés: figuras sobre columnas exentas; san Andrés crucificado en aspa sobre el tímpano; la casa rectoral del 1600 con su reloj de sol... ¿Que cual es el misterio aquí? Bueno, hay quien dice que Pepe da Pena era un iniciado en ciertos misterios cabalísticos, como demostrarían la rodilla desnuda de un descendedor de Cristo (símbolo del iniciado), el traje laberíntico de Eva, las dos escaleras de siete peldaños que representan las vías de acceso al conocimiento... Desde luego semejantes conocimientos no le sirvieron de mucho a mister Da Pena. Para Jacques el verdadero milagro es aquí la realidad: como un hombre tan aperreado por la vida, una carcasa tan cutre, pudo elevarse hasta la creación de semejante belleza. Para adeptos al Código da Vinci deja la otra versión.

En bici desde Sanxenxo se llega siguiendo ambas márgenes de la ría de Pontevedra, ruta que los puristas criticarán por plana y carente de montaña. Vaya, se me olvidaba lo más importante. Antes de dejar Aldán, acércate a la punta del muelle donde, sobre plancha de hierro, sirven de todo a la parrilla: navajas, almejas, mejillones… De nada.


5: COVELO EN O COVELO

            El número cinco se lo asignaremos al Calvario de Covelo, aunque solo sea porque Castelao dice que también es de Pepe da Pena (o sea que si somos modernos, diremos que no es suyo).
Se combina con un artefacto, aunque, a diferencia de los de Bayona y Xende está situado debajo, no encima de las esculturas: se trata de una especie de mesa pétrea más alta que las personas. Una gran profusión de imágenes enmarca el dramático Cristo de los Afligidos... porque el secreto de este enclave, como luego veremos, está un drama tremendo. En la cruz, además del crucificado, la Virgen y una decena de ángeles en variados quehaceres. En el varal: la Concepción; Adán, Eva y la Culebra cuspidiños a los de Ohio (don Pepe da Pena ha dejado aquí su impronta, digan lo que digan). Fuste de mármol: un lujo aldeano. En el basamento, personajes de todo tipo, y a tamaño casi natural: cuatro Virtudes o alegorías de las Artes (existen las dos versiones), el Apóstol, el Bautista... En un lateral del basamento, un Retablo de Animas achicharrándose en el fuego, mientras llegan ángeles que rescatan a un par de ellas. Una de las cuales sin duda se llama Benita, con lo cual entramos de lleno en el drama.
El hacendado Juan Tielas ve como su queridísima hija Benita muere de apoplejía, sin confesión. Dolor sobre dolor: el párroco le informa que en ese caso la Religión te reserva el Purgatorio: por ejemplo, pasar un millón de años con una viga aplastándote los pechos (Para los del Real Madrid tienen reservadas cosas peores). ¿Que hacer? La solución cae por su peso: la erección de un monumento expiatorio comporta indulgencias y acorta el plazo: seguramente a Benita ya la llevaron arriba, como
nos demuestra el Peto de Animas. Ya me gustaría a mí encontrar alguien tan delicado que se preocupase por mi eterno destino: en un plis plas estaría en la puerta de Pedro... Y en bici. Aquí, para llegar desde Pontevedra, hay que subir por la carretera de A Caniza hasta el desvío de Covelo: mucha montaña que requiere buenas piernas. Esto parece el Pui de Dome. Un buen platazo del excelente jamón local ayuda a remediar el soponcio.
            Jacques se pregunta como sería esa Benita Tielas que tanto amor inspiró.


6: EIROA EN NOIA

            Para gustos hay colores y para Jacques el Calvario de Eiroa es un Descendimiento mucho mas fino que el de O Hio. Con martillo y alicates, Nicodemo y Arimatea desclavan el Sagrado Cuerpo que es recibido por un personaje, quizá demasiado enclenque para lo que se le viene encima. La Virgen, al pie, contraída de dolor. En el fuste, cuatro ángeles exhiben los instrumentos de la Pasión; eso que empuña el frontal no es un trabuco: es la columna de la Fustigación. En el varal, San Agustín, porque Agustín se llamaba el que lo mandó construir.
Sobre el suelo, en un Peto, las clásicas ánimas achicharrándose. En la taberna, las opiniones están divididas sobre que crimen se pretende expiar con semejante belleza; hay algo de: dos hermanos, una herencia, hermano que desaparece en la ría dentro de saco, bueyes que aran la ría y recuperan las tripas. Mmm… tripas. En el Ceboleiro dan los mejores callos a la gallega de toda la Galaxia, palabra.
Otra de las diversiones que ofrece el lugar, pero solo si eres automovilista (vale tractor), es atizarle al Calvario con el coche y dejarlo en mil añicos.Se pasa bomba. Hace una década sucedió así (ver post A Rapa das crestas), pero los técnicos de Patrimonio consiguieron reconstruirlo. La gente normal viene en bici; si es desde Sanxenxo cruzas el Ulla por Catoira y te desvías a Noia por Ponte Beluso.

En cuanto a sus efectos taumatúrgicos, la inscripción dice que si te postras ante el crucero, puedes ser beneficiado con hasta 100 días de indulgencia. Jacques no quisiera aparecer como interesado, pero no parece mucho (teniendo en cuenta la desmesura de las penas que implica el Purgatorio).



7: CRUCEIRO BONITO DE ¿ABEGONDO?

            El cruceiro bonito de Abegondo se encuentra “hoy” muy cerca de la parroquial, por la carretera de Betanzos al Meson do Bento, pero no olvidemos que antes estaba en el Camino de Santiago, lo que nos acerca a su leyenda.
Su atípica estructura se compone de cinco columnas, cada una con escenas de la Pasión; sobre ellas, personajes que se dicen Pedro, Juan, San Francisco y la Magdalena; en la columna central, el crucero con Cristo y la Virgen. Las columnas se ligan unas a otras con cerchas metálicas.
La tradición habla de que hubo aquí un punto de reunión de Peregrinos jacobeos (bueno, en la anterior ubicación). Mucho antes, parece que se trataba de peregrinas y nada voluntarias: Me refiero al “Tributo de las Cien Doncellas” que debía pagarse a los Califas cordobeses. Extraña fiscalidad. Este impuesto, en tiempos de Bermudo I, se sustituyó por el método mucho más clásico del pago en dinero. Y para cañas, vinos y tapas, lo mejor de A Coruña es el Cavita en calle La Galera. Si, he dicho Coruña y no Abegondo. Verás, al famoso alcalde Molina se le antojó trasladar el “Cruceiro bonito” a las inmediaciones del ayuntamiento coruñés, pero los abegondíes se pusieron como panteras. No problem, Molina mandó hacer uno exactamente igual, que es el que ahora ves frente a la iglesia de San Jorge.
O sea que para visitar el Calvario de Abegondo, no es necesario viajar a Abegondo.


NOVELAS VERANIEGAS AL ESTILO "JACQUES": Hay gente pa to y cada vez más amigotes/as me dice que les va el estilo jacquetónico. Aquí tienes una pequeña selección de novelas; están pensadas para dispositivo Kindle pero se pueden leer en cualquier cacharro bajando la aplicación. Sus precios van de los dos euros al gratis total (los de pago se ingresan en el Banco de Alimentos) y sus estilos del genero histórico (Il Braghettone) al policíaco (Una gota de Chanel), pasando por el despatarrante (Curaçao bleu).








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