Los veranos Jacques
suele –solía- visitar los petroglifos pontevedreses, con la idea de que
representan uno de los lugares más hermosos del mundo para sumergirse en el túnel
del tiempo, huyendo al tiempo del agobio de la costa. Mal se podía imaginar que
a día de hoy la afición al patrimonio cultural gallego se ha convertido en un
deporte de riesgo.
Aquel día
bochornoso de agosto había decidido visitar el Outeiro do lombo da costa,
uno de esos grabados rupestres con “argumento” que le encanta repasar año tras año.
En bici desde Pontevedra lo mejor es tomar la ruta por Campo Lameiro, sin
apenas tráfico, girando allí hacia san Xurxo de Sacos: la bóveda verde de
carballos asegura el frescor del pedaleo y el cruce del Lérez es para quitar el
hipo. Luego, ya en la carretera general, la entrada a los petroglifos se
encuentra a unos 200
metros de la de la carballeira de san Xusto, justo donde
un sencillo cartel indica ORENSE. Está señalizada (“PETROGLIFOS”) con uno de
esos carteles en letra blancas sobre fondo rojo, como los del banco de
Santander.
¿Qué esperas
ver allí? Bueno, las elevadas rocas, visible a distancia, están inscritas con
una maraña inextricable de círculos concéntricos, rayas, puntos, anímales, etc.,
sugiriendo un lenguaje pictográfico que solo está esperando un Champollion, un
Evans o un Ventris que nos lo descifre. Mientras, lo más llamativo son ciertos
animales que cabalgan sobre el lomo de los círculos, sugiriendo el mito platónico
de los carros que recorren la bóveda celeste.
FOTOS DE AÑOS ANTERIORES
Pero
no vas a ver nada de eso. Aquello se ha dejado sumergir en una selva de zarzas
y tojos. A Jacques le parecía imposible tamaña desidia y se empeñó en caminar
sobre la maleza, frustrado por no poder llegar a su objetivo. Por resumir, se
cayó en un “pozo de tojos”. Consiguió salir de allí después de rasgar hasta el último
centímetro cuadrado de su anatomía, no sin antes haberse preguntado si lo rescatarían
por la señal GPS del móvil. En ese caso ¿me cobrarían el helicóptero?
PIERNAS Y BRAZOS DE JACQUES.-RESTO OMITIDO POR PUDOR
Es destacable
que el Lombo da Costa es uno de los conjuntos más importantes de
Galicia, citado por supuesto en todas las publicaciones y webs de la Consellería de Cultura,
la Secretaría Xeral
de idem, etc.
No quiero
fastidiar un buen puesto a unos probos políticos pero ¿no podría el señor Feijóo
designar para estos cargos a alguien que tenga un mínimo de interés
por la materia? A los actuales titulares se les podría buscar un buen puesto,
no sé, en… en… en la
Dirección General de Gastronomía o algo parecido. Y todos tan contentos.
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