miércoles, 27 de agosto de 2014

DARÍO RIVAS Y MERKEL

         
         Señor don Darío Rivas.
                  Respeto su condición de familiar de víctima del fascismo. Yo mismo soy nieto de represaliado, igual que Mariano Rajoy, igual que Ángel Merkel, obligada a nacer en el seno de un régimen donde los Vopos imponían su terror criminal.
         En lo que discrepo de vd. es en su pretensión de hacer responsable a Merkel de su desgracia familiar. Para empezar, es muy dudoso que la actual Alemania Federal sea la heredera del militarismo Prusiano, país que a día de hoy forma parte de Polonia y Rusia. Pero, si aceptamos la idea de que esas herencias nos alcanzan como “españoles” o “alemanes”, debería vd. disculparse ante Ángela Merkel por la División Azul, cuerpo de ejército español que como sabe fue enviado en ayuda de Hitler, de quien el régimen de Pankow fue legítimo heredero. ¿Me equivoco?
         Tanto la presidenta alemana como el español han nacido en 1954 y siempre han guiado sus actos por los valores de libertad, democracia y respeto a los derechos humanos. Muy especialmente han atendido a esa idea de una disculpa mutua y generalizada por unos antecedentes históricos de odio, muerte y vesania política. Esa disculpa tiene un nombre: Unión Europea; una idea que ha funcionado de dulce y nos ha proporcionado la más dilatada época de respeto a los derechos personales que la historia haya conocido. En Santiago, donde Europa nació, Rajoy y Merkel estaban celebrando la U.E. Disculpándose y disculpándonos, e interponiendo una pared frente al odio.
         Le invito a una reflexión, don Darío. El proceso unificador que están cimentando Rajoy y Merkel ¿favorece que a sus hijos, nietos o sobrinos les pase lo mismo que a su padre? ¿Es neutral? ¿O más bien lo evita?

         Todo ello dicho sea con fraternidad democrática y honor a los mártires de la Libertad.   

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