La República, una "atracción fatal" para determinado espécimen humano: Los fusilables por ambos bandos |
SUMARIO
1.-¿EL APARTADO SE VA DE ROSITAS O RINDE CUENTAS?
2.-LO QUE SE PERDIÓ/GANÓ EL SENADO
3.-DOCAMPO VERSUS COLÓN.
1.-¿EL APARTADO SE VA DE ROSITAS O RINDE CUENTAS?
El consultante ha recibido de su padre en Apartación hace 5 años un chalet valorado entonces en 100.000 euros, al que ha realizado mejoras que lo han revalorizado actualmente hasta los 300.000 euros según valor de referencia del Catastro. En el testamento, su recién fallecido padre, tras recordar la Apartación, adjudica una plaza de garaje a cada uno de sus dos hermanos, por un valor cada una de 10.000 euros. No existen más bienes en la herencia, ni deudas, no hermanos premuertos. ¿Debo yo -pregunta el apartado-, compensar a mis hermanos por el posible defecto de legítima? ¿Con cuanto?
Respuesta: la sucesión en Galicia no es un asunto formal, sino de resultado; da un poco igual como le llames a las cosas (herencia, legado, pacto, adjudicación, otro nombre que te inventes). La legítima significa que el conjunto de hijos es acreedor por un valor de 1/4 de la herencia liquida (si son 3, fácil: 4x3=12). Por lo que cuando esta se ejecute, cada uno debe mirar sus bolsillos y comprobar si, al menos, tiene en ellos 1/12 del valor (se llame como se llame al método receptivo) . Si no, será cosa de llamar a los hermanos a parlamentar, especialmente a aquel que tanto le abulta la bolsa.
Los artículos a aplicar de la Ley Civil de Galicia (Ley Galicia 2/2006, conviene mirarla), son:
--El 225, que dice que el adjudicante puede entregar al apartado cualquier bien o derecho en pago de la apartación, independientemente del valor de la misma. O sea que puede ser más valioso, menos, o valer lo mismo que la legítima.
--El 239, que dice que aunque ya no tenga la condición de legitimario, el apartado hace número para el cálculo de legítimas. Si son 3 hijos, apartados o no, la división es por 3.
--El 244.2º, que dice que se computarán para legítimas los bienes dados en apartación por su valor en el momento de la transmisión, actualizado monetariamente.
--Y el 251.2, que dice que se reducirán la apartaciones, si no hubiera en la herencia bienes suficientes para el pago de legítimas.
También aclara la Ley que el afectado por la reducción puede pagar en metálico, de su bolsillo, el complemento de las legítimas. O de la herencia, o de donde quiera.
Vale, ahora voy a arriesgar unos números a la vista de la consulta (solicitando la benevolencia del público, pues en mates me quedé antes de la raíz cuadrada; siempre he preferido chapar).
*Valor Apartación en su día: 100.000. Actualización monetaria 5 años (IPC 12%): 12.000. Valor actualizado: 112.000 (lo de los 300.000 es cosa suya: como si hizo un duplicado de la catedral).
*Valor herencia: 112.000 + 20.000 (garajes): 132.000.
*25%: 33.000
*División por 3 (el apartado hace número): 11.000.
*Cada hijo no-apartado tiene adjudicados: 10.000; por tanto, lleva de menos 1.000 que su hermano sobre-apartado deberá compensarle con fondos de la procedencia que estime conveniente (no, mafiosos no).
Nota bene: Como siempre recuerdo, estas líneas se tratan de un juego jurídico y no de un caso real, que requiere papeles a la vista ?estamos?
2.-LO QUE PERDIÓ/GANÓ EL SENADO
En una reciente visita de mi sobrino Sergio y su encantadora Marta, mi madre (su abuela) fue y les "sacó" el álbum de Fotos. A mi sobrino le llamó la atención cierta instantánea y tuvo el detalle de guasapeármela lo que, por supuesto, encendió en mí la bombillita de la nostalgIa. Se ve que la abuela, narradora laureada, sabe como poner en marcha esos procesos.
Era veinteañero y ahora que se reabría la democracia sentí que debía participar. No sé de donde vendría ese afán, aunque es probable que influyesen reminiscencias familiares de mi ya difunto abuelo, Enrique Rajoy Leloup. Todo un personaje, secretario general de la autonomía gallega de 1936, fue "depurado" de sus oficios (catedrático de civil, abogado) así como aliviado de sus bienes terrenales con una generosa multa, afirmaba: "Si Franco quiere fusilarme, que me fusile, pero no le consiento que lo haga por rojo ni por masón". Su ideología (entonces se llevaba tenerla, lo de la cabeza con serrín vino después) siempre la suscribí al 100%: apoyo al esfuerzo de las personas y las empresas, redistribución de la riqueza; protección a los más débiles; establecimiento de reglas que se cumplen o se cumplen; reconocimiento de la personalidad gallega (y también la vasca y la catalana) en beneficio propio y de España; liberalismo... hoy se añadiría europeísmo, antes no, que estaban Hitler y Mussolini.
Entonces, que me hago mi composición de lugar; por supuesto en 1977 había votado a Felipe, como ahora dice que hizo Feijóo y quizás hubo más personas de relumbrón que aun no lo han reconocido. Pero ahora, en 1982 ¿qué? El problema es que leo mucho (casi todo tonterías) y en El Príncipe de Maquiavelo dice que, para hacer carrera hay que apoyar al que está abajo y tiene posibilidades de subir (el habla de el príncipe heredero), pues, el que apuesta por la cabeza reinante, encuentra todos los puestos cubiertos. Pues nada, ahí estaba Suarez, que había sido presidente, lo echaron, y pretendía volver a serlo. Acepté encantado una secretaría en la ejecutiva de Cantabria y ya mismo se me postuló candidato al Senado. Encima, el ex vaticinó coram populo: "Tan joven y ya notario. Éste seguro que va para ministro". Profeta no era; y, a pesar de mies esfuerzos mitineros, ("¡Nosotros no tenemos que gritar Presidente, Presidente -se lo decían a Felipe-, porque ya tenemos uno, el Presidente Suárez!") se produjo el catacroc. Después de todo, no quedé mal, perdí por un puñado de votos, tan pequeño, que me hubiera bastado invitarlos a unos vinos y una ración de rabas para haber revestido la toga orlada de púrpura de los senadores. Ah, no, que eso era en Roma, ya estoy divagando.
La rueda del tiempo siguió girando; ciertamente, otro político de relumbrón me llegó a preguntar si "quería hacer algo". Se lo agradecí, aunque, después de haber ejercido la abogacía, hecho tres oposiciones estatales y ejercido dos, escrito y ganado algún premio literario, y pescado innumerables robalizas, la pregunta no dejaba de tener su lado "pintoresco", en vocabulario del propio preguntante. Pero la notaría tiene sus servidumbres y no admite el pluriempleo. En cualquier caso, como casi todo, lo habría hecho tirando a mal.
Pero, en la juventud, las posibilidades que tiene la vida son múltiples, como esas capas de cebolla que decía Günter Grass. A la hora de rendir cuentas, te preguntas: ¿qué hubiera pasado si...?
Torre del Oro, la puerta de la aventura |
3.-DOCAMPO VERSUS COLÓN
El subcapítulo 5.8 del libro III trata de la primera fase de la conquista de Cuba (1509), bajo la capitanía directa de Docampo. Más adelante participará también en la segunda (1513), ahora subordinado a Velázquez y Narváez por rencores del segundo almirante: Diego, el hijo del Descubridor a cuyo proceso Docampo había colaborado.
La moderna investigación ha conseguido
la recuperación de datos de al menos cuatro zonas de actuación de los expedicionarios
de 1509: Matanzas, Xagua (Cienfuegos), Camagüey-Guamuhaya y la región de Macaca,
en particular Bayamo.
Del asentamiento en Matanzas, un poco
al Oeste de la actual Habana, el padre Las Casas nos regala un estupendo relato
de aventuras; lástima que falle en un punto indispensable a toda buena obra literaria:
la verosimilitud. Como dice de él Velázquez “Este clérigo es una persona liviana,
de poca autoridad y crédito; habla en lo que no sabe ni vio por razones que ellas
mismas se contradicen”.
Décadas después de los hechos, el dominico
cuenta como en 1514 él solito rescató a dos españolas que indios remadores le
habían traído en su canoa, una sobre 40 años, otra de 18 o 20. En cueros, cubiertas
por ciertas hojas solamente. En el punto erótico el buen padre es superado por
Bernal Díaz del Castillo, el cronista de México, que nos pone sobre aviso de
que una era hermosa y sube a tres el número de féminas. También había un varón,
pero este, muerto de miedo, tardó en salir a la luz. Según el dominico, había habido
siete (otros dicen que nueve), españoles más en la zona; pero los indios, tras convencerlos
amablemente de que dejasen las espadas en tierra dado el daño que estas podían
hacer en sus cuerpos desnudos, los colgaron de una ceiba. Esta es la parte del relato
que más recuerda una obra de ficción, pues resultan difícilmente verosímiles
unos conquistadores tan educados. Según el religioso, eran supervivientes de la
expedición de Ojeda a Tierra Firme; según Bernal, con más criterio dada la homonimia,
esta llamada Matanza de Yucayo se cebó en supervivientes de un navío dedicado a
la trata de Lucayos. Sin duda se trata de un sucedido mezcla de muchos otros; Orihuela
y Viera 3 nos dan una versión bastante más razonable,
basándose en la carta de relación de Diego Velázquez (1514). Unos años atrás, el
cacique Guayucayex había acechado el cruce de un río por parte un grupo de
cristianos “con intenciones” de trastornarles las canoas y ahogarlos, pero que,
en vez de ello, les dio casa y pan. De ahí deducen estos autores que la matanza
pudo no haber ocurrido y que Velázquez pudo simplemente haber rescatado a un
grupo de supervivientes de la expedición de Ojeda a Urabá. Al parecer habían
desembarcado en Guanimar, atravesando Cuba, yendo de pueblo en pueblo.
Me quedo con la versión que sigue a continuación,
proveniente del ejército cubano, pero con un matiz: de naufragios, nada. Todos
los poblamientos de Campo se achacan a naufragios; nada menos que se le
atribuyen tres con sólo dos naves. Por el contrario, sabemos que sus dos navegaciones
a Cuba acabaron felizmente; en la de 1509, las reseñas de su atraque en Santo
Domingo son numerosas y unánimes. Del seguro retorno de la de 1513, es avalista
el propio emperador Carlos V: “ganó su flete”. Con este matiz, creo que la versión
más aceptable es la militar cubana: Velázquez se encontró en 1514 con tres supervivientes,
o con los tres supervivientes que con él se quisieron marchar, de un total de
treinta expedicionarios de los de Campo, asentados en Matanzas.
El gobernador de Cuba Diego Velázquez
cuenta en sus Cartas de Relación a Carlos V un incidente ocurrido en la bahía
de Guanimar en 1509, cuando un grupo de españoles naufragados de Norte de la
región de Guaniguanico, actual provincia de Pinar del Río, al parecer pertenecientes
a la expedición de bojeo de Sebastián de Ocampo, llegó a un pueblo llamado Yucayo…
4
En el cruce del río, el cacique Guayucayex
volcó las canoas que les había proporcionado, pereciendo en gran número los españoles,
imposibilitados de nadar bajo el peso de sus armaduras. Los supervivientes, excepto
tres, serían ahorcados, aspecto en el que reitero mis reservas. Tres años después,
Velázquez rescataría a las y los supervivientes (para algo tendría que servir
el lenguaje inclusivo). Al parecer el cacique intentó repetir la
estratagema, pero el de Cuellar era un militar más duro que lo habían sido los
de Campo, y esta vez los indios serían los sujetos pasivos de la segunda Matanza.
Como se parece todo esto a los hechos de Acentejo, ¿verdad?
Los trabajos de carenado en la actual Habana
fueron providenciales, pero tenemos constancia de que allí la cosa no acabo excesivamente
bien con los residentes: aburridos del pan cazabe y del Salve Regina del
anochecer, estos marineros comían y jodían lo indecible. Salieron a todo trapo.
Tenemos más luz sobre los poblamientos en Xagua (Cienfuegos) y Bayamo. En la
bahía de Cienfuegos, posiblemente con base en el cayo Ocampo, la expedición hizo
algo más que ponerse tibia de sardinas. Las citas aluden a emparejamientos de castellanos
con siboneyas que ¿quién nos lo impide?, podemos imaginar del tipo de las del Tropicana.
Marilope, hija de un tal Lope, dio nombre a cierta flor amarillo azufre, simbólica
de la región. Alguno más dejaría memoria de sí.
José Diaz, en el lugar que hoy ocupa
el hotel Jagua, procreó en su rancho con la hermosa y dulce Anagueia una larga
y feliz familia… 5
Pero tenemos que acometer el fastidio
de advertir que esta no fue una historia de santidad, como la que le hubieran gustado
a Las Casas. Con los bandos de paces, se hacía el amor y, con los bandos de guerra,
pues eso.
Ocampo dio su apellido a un cayo interior
de la bahía de Cienfuegos, donde descansó varios meses… Al año siguiente, en
los alrededores de la playa Rancho Luna, donde hoy está enclavado el hotel de ese
nombre, se desató el primer combate entre aborígenes y españoles 6.
El sagaz lector habrá advertido que, si
el combate se desarrolló al año siguiente de la presencia se Campo, o sea en el
10, y Velázquez no desembarcó hasta el final del 11, quiere decir que la población
asentada por el gallego había sido lo bastante consistente como para defenderse
—o para ofender— por sí sola. A esta bahía volverá a arribar el gallego en el
13, ya bajo el mandato de Velázquez y, la propia elección del puerto de Xagua es
indiciaria de que había dejado un buen recuerdo, ya que implica la esperanza de
ser bien recibido. En efecto, lo será.
Un nuevo encontronazo tendrá lugar en
Camagüey, no sabemos la causa, aunque hay que pensar lo que cada uno sentiría
si en su casa se presenta, sin ser invitada, una tropa de gente armada hasta
los dientes. Es probable que éste recuerdo, que dio con los naturales en lo más
profundo de sus selvas, haya sido la causa de la resistencia desesperada del
cacique Hatuey (aquel de: no me interesa ir al cielo si allí están los
españoles) al presentarse Velázquez.
Recorrieron el territorio (Sebastián
de Ocampo con 100 hombres), lo que narra Diego Velázquez en su carta de primero
de abril de 1514 “anduvieron viendo y calando la tierra en las provincias subjetas
a la de Camagüey y parte de la de Guamuhaya”. Se produce un enfrentamiento
entre este grupo de hombres y los aborígenes, lo que provoca que los pobladores
naturales decidan abandonar sus casas por un tiempo y luego retornan “excepto
los de Camagüey, que no osaban tornar a sus pueblos y andaban por los montes 7”.
Se conocen mejor los inicios de la colonización
de Cuba en la provincia de Macaca, a medida que va saliendo a la luz la
documentación del arzobispado de Santiago. Existen datos muy específicos
relativos a la población de Bayamo, la segunda del país tras La Habana. Los testimonios
son contradictorios, a veces, absurdos, pero en su conjunto revelan una intensa
actividad de difusión de la religión cristiana unida a cierta clásica actividad
feudal de “asentamiento por protección”, mediante apoyo militar al cacique
amigo. Algo parecido a lo de Al Capone.
En el año de 1509 un soldado español, Sebastián
de Ocampo, se enfermó y tuvo que permanecer en la isla mientras los demás
expedicionarios partían de allí. Los indígenas de la región de Macaca (Bayamo)
cuidaron de él y le ayudaron a sanar. Sebastián en muestra de gratitud aprendió
su lengua y comenzó a explicarles la fe cristiana y a inculcarles un gran cariño
y devoción a la Santísima Virgen, por ser la madre de Jesús y también nuestra
8.
Evidentemente esta versión no es aceptable,
pues veremos muy pronto a Campo en el puerto de Santo Domingo, prestando un aval
financiero a Diego de Nicuesa. Sano, aunque su salud había menguado. Es incierto
que sus compañeros lo hayan dejado tirado. Pero dado que gran parte de las versiones
son fantasías de sacristía, hemos decidido ir componiendo un collage con fragmentos,
en la promesa de que el puzle, una vez compuesto, revelará un cuadro aceptable
de este pío asentamiento bayamés. En otras ocasiones, los notarios eclesiásticos
retiran del cargo de misionero a Docampo (vale, no era el tipo más adecuado para
andar repartiendo bendiciones) y se lo asignan al a uno de los suyos, quizá el
abad de la expedición:
La presencia de la Virgen María en la historia
de Cuba de la Iglesia se remonta al surgimiento de la primera comunidad de origen
indio, nacida por la predicación de un anónimo soldado español de Sebastián de
Ocampo en 1509 9.
A medida que se han ido difundiendo en
las redes los textos de los tonsurados historiadores criollo-cubanos, en particular
Morell, nacido en el siglo XVII, y Urrutia, en el siguiente, la historia de la
evangelización cubana a cargo del compostelano se ha visto iluminada con los más
tropicales de los colores:
un marinero se quedó con los mismos indios.
Aprendió algo de la lengua de ellos de forma que pudo catequizar y bautizar a los
que se le habilitaron. El primero que logró tanta dicha fue el cacique. Púsose por
nombre Comendador de haber oído que el gobernador de La Española se intitulaba
así. Fabricó también por dirección del marinero una iglesia y altar donde se
colocó una imagen de la Señora que traía consigo… El señor y sus vasallos de
rodillas, las cabezas inclinadas y juntas las manos, pronunciaban muy fervorosos
Ave María, Ave María… Ponían en el propio templo muchas vasijas con agua y comida…
10
Pero antes de que se nos encienda el rostro
y una lagrimita asome, reparemos en que no podrá faltar el aspecto siniestro.
Como Magallanes en Mactán (le costó la vida) el prestigio entre las sociedades tribales
de esos pequeños núcleos de castellanos blindados, se basaba en la utilidad
social que reportaban: una especie de primos de Zumosol. El señor del castillo que
protege sus vasallos de las razias de la morisma. El mafioso que cobra al
zapatero de Little Italy a cambio de seguridad. De cuando en vez había que atizar
una zurra a los enemigos de los amigos: nada serio: un par de arcabuzazos a
barullo o una cabalgada por el medio y medio del bohío. El terror les mantenía aherrojados
unos cuantos meses.
Obró con ellos potentes milagros y
siempre les hizo quedar victoriosos de los comarcanos que les inquietaban con
guerras 11.
Urrutia, el otro gran cronista criollo
refiere en parecidos términos la sutil penetración de los de Campo en la provincia
de Macaca (Sur de Cuba, a 15 o 20 leguas de Santiago), pero nos interesa por la
puntualización que hace sobre la fecha de la expedición.
Como preguntase cual (nombre) tenía el
señor grande de los castellanos que gobernaba en la isla Española y se le dijese
que el comendador mayor, respondió que ese nombre de Comendador quería que se
le pusiese. De ahí se inclina Herrera a pensar que este pasaje acaeció en el
año 1508 cuando gobernaba en la isla Ovando… 12
El año se refiere a la fecha en que
zarparon, que pudo ser a finales de dicho año, aunque lo probable es que fuese en
el siguiente, ya que los Alba-Colón no desembarcaron hasta julio. Destaquemos
que Urrutia insiste en ese deseo de agradar que todos constatan en el indio siboney,
no tan notorio en los tainos de la isla Española. En tal sentido, otro historiador
13 añade el detalle de que “el indio cubano
era de naturaleza hospitalaria y servicial, siempre se mostró propicio para recibir
y halagar a los conquistadores”. O sea, la conquista de Gomera. Repite, como
todos, que estos prodigios de penetración fueron llevados a cabo por un hombre solo,
a veces el propio Campo. No es creíble, ni cuadra con el hecho de que la zona
sea en adelante seguro refugio de españoles que pasarán por allí en diversas circunstancias:
Enciso, Ojeda, Velázquez. De la documentación bayamesa se deduce que los
colonos fueron bastantes más, siendo difícil perfilar cuantos.
El origen de Bayamo (ocurre) por el año 1512 con el nombre de Nuevas Grandas
en la provincia de Macaca, donde hay un sitio llamado Pueblo Viejo. En 1511 se
trasladó al pueblo llamado Las Ovejas, rio en medio del sitio que hoy ocupa
14.
Los de 1511 no pudieron ser pobladores
de Velázquez, que arribó a Baracoa (Cuba) directamente desde su feudo de Salvatierra
de la Sabana, en diciembre de 1511. Tuvieron que ser españoles asentados antes allí
por Campo. El cálculo puede intentarse en función de lo que estaba considerado
como presencia mínima de seguridad para mantenerse con vida en territorios rodeados
por sociedades tribales: entre 30 y 50 castellanos se llevó Esquivel para sujetar
Jamaica. La Carta de Relación de Diego Velázquez de Cuellar nos da otro indicio
de que no sólo era la Virgen quien ayudaba a los del cacique Comendador a derrotar
a sus enemigos: si el cuellarano fue capaz de encontrar nada menos que cuatro
españoles bilingües en Cuba, significa que los cristianos allí asentados por Campo
representaban un núcleo consistente. Que milagrosamente no fueron exterminados como
los 39 dejados a su suerte por Colón en Fuerte Navidad. Va, quizá no fue milagro
de la Virgen. Docampo era distinto de Colón, nada que ver.
envié a las provincias… que es todo a
15 o 20 leguas, 40 hombres con 4 cristianos que saben la lengua a llamar a
todos los caciques e indios de ellas 15.
Un estudio de la penetración castellana en Cuba bajo Docampo no quedaría completo si no dedicásemos, al menos unas líneas, al tema de los cuernos de la Luna. Que no es un tema baladí lo demuestra la gran polémica teológica que se desató en la Edad Moderna sobre si la luna sobre la que se posa la Virgen en sus apariciones debe tener los cuernos hacia arriba o hacia abajo. La imagen procede del Apocalipsis de Juan. La referencia “Una gran señal apareció en el Cielo, una mujer vestida de sol con la luna bajo sus pies” ha sido atribuida unánimemente a la Virgen por los píos doctores.
(sigue el apasionante tema de porqué los cuernos de la Luna sobre los que se posa la Virgen de los Remedios de Cuba (llamada del Cobre), apuntan hacia abajo, cuando todas las demás Vírgenes de los Remedios del Mundo se sustentan en Lunas con los cuernos "hacía arriba".
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