lunes, 24 de enero de 2022

MÁS SOBRE COMO REGISTRAR LO NO INSCRITO

 EL PAZO QUINTEIRO DA CRUZ


Pazo Quinteiro da Cruz: un lujo a tu alcance

El pazo Quinteiro da Cruz es otro de esos bellísimos lugares que visitan paisanos como Charles de Inglaterra, el emperador del Japón, o nuestros Reyes que no son menos; o, en otro sector, Cela, Nélida Piñón o Karl Lagerfeld, que aquí diseñó la camelia, símbolo de la casa Chanel. Los gallegos preferimos la taberna do meu compadre



Está en la ruta de la camelia, pero al multicolor desfile de joyas botánicas añade otros atractivos, como una colección de arte románico que para sí quisieran muchos museos: destaco el original Cristo de la entrada, cuyas piernas cuelgan abiertas; una pila bautismal con petroglifos de 5.000 años de antigüedad en su base o los músicos del Pórtico de la Gloria, obra que el entusiasmo del dueño, Pedro, atribuye al Maestro Mateo, pero que ya sería bastante con que apenas fuese obra de un discípulo. Para no olvidarnos del Reino Animal, aquí podrás curiosear cierto sádico hórreo gallego cuyos torna-ratos vierte sobre un estanque: sólo así se tiene la seguridad. no sólo de que los roedores dejen en paz el millo
León de cova Eirós
, sino también de que no reincidan en sus travesuras para siempre. Varios leones milenarios, del primer románico, nos hacen preguntarnos cuándo se extinguió el gran felino en nuestra tierra. En el 9.000 a.c. aún se podían escuchar sus rugidos por las corredoiras, como  prueba el que está pintado en cova Eirós (Triacastela), que es un león europeo, sin melena (a la izquierda). Es dudoso que hayan sobrevivido hasta la extinción masiva provocada por el Circo romano y su demanda infinita de fieras para el panem et circenses, como sí lo hicieron los leones griegos: A Aristóteles aun le fastidiaban la siesta sus rugidos en los alrededores de Atenas.










 



MÁS SOBRE COMO REGISTRAR LO NO INSCRITO

El procedimiento sencillo de registración se llama, “EL DOBLE TÍTULO”, advirtiendo que existen otros más complicados (como el Expediente de Dominio o el Juicio Declarativo).

 

El método sencillo es el del “doble título”, es decir dos títulos públicos (lo son los judiciales o notariales), otorgados con una separación entre ellos de al menos un año, describiendo la finca ajustada al Catastro. O sea que, si tu vendedor compró en Agosto/21 en escritura pública, deberíais esperar hasta Agosto/22 a que él te escriture a ti, que serías el comprador.

 Cosas a tener en cuenta:

*Cuando un título es de herencia, la fecha que cuenta es la del fallecimiento; por eso es inscribible una escritura de venta otorgada al minuto de otra de herencia de una persona fallecida hace más de un año.

**El segundo título (el inmatriculador) tiene que ir fusilado con el catastro (copiadas hasta las comas); en cambio, el primero (el previo) debe coincidir con el 2ª “a juicio del registrador”, admitiéndose pequeñas discrepancias superficiales, debiendo procurar buscar identidades entre los linderos.

La camelia de Lagerdeld
***El segundo título tiene que ser una Escritura (venta, herencia, donación…) o una Sentencia; en cambio el primero, puede ser eso mismo, pero también puede ser un Acta de Notoriedad en la que el Notario (previa la prueba) certifique la notoriedad de que el transmitente (el que vende, el que causa la herencia, el que da), había adquirido la finca hace más de un año. En tal caso los dos títulos (Acta de Notoriedad + Escritura) tributan por ITP (9% en Galicia).


Músico style Pórtico de la Gloria

DOCAMPO VERSUS COLÓN PARA ENAMORADOS DE GALICIA

La debacle de la Matanza de Acentejo no podría menos, en la lógica de los tiempos, que ir seguida de una aterradora revanche. A fe que llegó, y de su narración se ocupa el capítulo 6 del libro II del Docampo versus Colón. ¿Hace un fragmento?


Alguno, mientras afilaba el virote de la ballesta, no podría dejar de pensar que se estaba dando a unos salvajes con sus pedruscos, el tratamiento militar de moros de Granada. Éste Lugo prefería pensar que la derrota se había debido, más que a su imprevisión, a supuestas dotes militares excelsas de la horda indígena. Pero, en cuanto llegaron a un campo de rastrojos con una laguna en el centro, rodeado de selvas, el total destacamento se dio cuenta del increíble, tremendo error de los guanches. Estaban formados en el campo como una legión romana, listos para un combate clásico, como si ellos supieran combatir, ellos que luchaban a pedradas. Como si tuvieran alguna opción frente a la caballería, la infantería y la artillería. Se les había subido La Matanza de Acentejo a la cabeza como un licor, estaban locos, locos como sus propias cabras, locos de atar. Este fallo tan tonto será el fin de una raza; no muchos años después, las cuevas donde moraban serán hogar de momias y murciélagos y en este mismo lugar donde habitaron se alzará la cristianísima ciudad de La Laguna. No hijo mío no, de la laguna de agua nunca más se supo, como de los guanches.

Si se la miraba de cerca, la tropa tinerfeña formaba líneas onduladas sobre el terreno, no tan marciales como pretendían; y muchos de ellos asían chapuceramente armas modernas, como picas, lanzas, ballestas y espadas, sin duda el botín de La Matanza. La caballería, casi sin órdenes, picó espuelas y atacó, deseosa de aprovechar la maravillosa suerte de que el salvaje enemigo le esperase a pie firme en terreno llano, facilitando la maniobra de sus cabalgaduras. Si hacemos caso a Espinosa, uno de los que sentirá el vértigo de una carga montada será Sebastián de Campo; en adelante la ballesta va a quedar un tanto abandonada. Sabremos, eso sí, que cuidará con mimo sus juegos de espadas.

Contra todo pronóstico la liquidación de los guanches llevó un montón de horas, se hacían matar uno por uno, en el sitio, y eso agotaba aquellos brazos acorazados, ahítos de muerte y sudor, mareados por el olor acre y ferroso de tanta sangre. Es que este Lugo no entendía, es que no podía entender que, si empiezas una campaña vendiendo sus mujeres y niños ¡incluso el más primitivo de esos indígenas va a luchar hasta el último estertor!

 

fue tan brava, tan reñida y peligrosa, que duró muchas horas con dudosa fortuna porque cada parte peleaba con mucho coraje y ánimo denodado; a los unos les iba la honra e interés; a los otros, defensión de patria y libertad 9.

 

En determinado momento, cuando ya llevaban muertos muchos de los cinco mil que formaron en el campo, su línea empezó a retroceder y ya no aullaban con tanta fuerza. Eso hizo que los caballeros, empapuzados en sangre, resucitarán. Se lanzó contra ellos una primera carga, luego una segunda y otras más, segando carne desnuda con la espada a derecha e izquierda, bostezando de sueño y agotamiento, las celadas turbias de sudor y sangre, como si se hubieran sumergido armados en la caldera de un tintorero. Cuando los enemigos volvieron las espaldas, fue fácil, casi podían tirarse tajos a bulto, amontonados por centenares en un espacio mínimo, contra la pared de un barranco.  Pronto, se pudo ver a sus figuras desnudas por tierra, algunos cubiertos por un taparrabos. En las tropas de Estopiñán sorprenderá cierta vesania, más propia de tablajeros o carniceros que de soldados de los Tercios viejos: se obstinarán en hacer cuartos de cuerpos ya muertos y abatidos. Puede que sea costumbre en Granada, pero aquí no se hizo así ni en Gomera; naturalmente esa necrofilia va a dificultar hasta el extremo la tarea de identificar los cadáveres de sus líderes, Bencomo de Taoro y su hermano y lugarteniente, Chimenchia. Que idiotas.

 

hizo sospechar a los soldados castellanos que el cuerpo exánime yacente en tierra era el del propio monarca taorino. Para salir de dudas fue conducido el cadáver al campamento de Gracia, sin que resultase factible la identificación a los vasallos prisioneros o a los guanches aliados de los bandos de paces, debido a la desfiguración de su rostro y cuerpo por las mutilaciones, heridas y moraduras… el misterio solo se fue aclarando con el correr del tiempo 10.

 

Parece interesante pararse en la muerte de Bencomo de la que tenemos referencias basadas en testimonios, aunque adornadas con chafarrinones de épica poética. Que nuestro inteligente lector sepa distinguir. Pero cuesta trabajo abandonar el escenario de la batalla sin incluir una referencia al comportamiento de Sebastián de Campo. Lo deduciremos se la recompensa: tuvo que haber sido muy, pero que muy arrojado, para recibir un premio a la altura del de Estopiñán:

 

Do a vos Sebastián de Ocampo, conquistador que fuestes en la conquista de Tenerife e a Rodrigo Mexía de Trillo, criados de sus altezas, 20 fanegas de tierra en el Valle de Afore, que es en la isla de Tenerife, e más vos do todas cuantas aguas con las comarcas para con que reguéis lo que en ella plantásedes… Digo con condición que hagáis un engenio en el dicho lugar en valle de Afore y si dentro de dos años no viniéredes que yo lo pueda dar a quien quisiere. 15-03-1502 11.

 

Consta también que el mismo Lugo adjudica el capitán Bartolomé Estupiñán 18 fanegas nada más, en tierra de similar calidad. Sin duda en la mentalidad de la época, Sebastián cumplió en el campo de batalla, aunque no hay que descartar que también hubiese existido cierto compadreo de paisanos y parientes entre el gallego y el adelantado: en el juicio de Residencia a éste último, se le echará en cara el favoritismo. De paso, quedémonos con el nombre de Mexía con el que el de Tuy mantendrá, aquí y en Indias, una cooperativa de Servicios Mutuos, ataque y defensa, parecida a las Hermandades gallegas:

 

La amistad entre los pobladores (en Canarias) era el siguiente medio de cohesión social. Se tenía por entonces un concepto de amistad profunda. De lealtad y solidaridad establecidas y asegurada por una expresión de honor, de solidaridad… “Item que habían de jurar y juraron ser amigo de amigo y enemigo de enemigo… y si alguno recibiese ofensa… la vengasen todos; y hasta ejecutar la dicha venganza, todos llevasen luto por ello… Item que si la justicia fuese o pasase contra alguno de ellos, que todos los otros le favoreciesen y ayudasen de manera que no recibiese daño alguno…” Las agrupaciones de dos o más individuos dirigidas a conseguir un objetivo o fin común es lo que entendemos por asociaciones… 12

 

Mira que he prometido enmendarme y dejar de salirme de los temas y vuelvo y he vuelto a caer en el defecto. Pues, ¡nada!, de regreso al campo de La Laguna, sangre, sudor y lágrimas. Creo antes de haberme perdido, estaba intentando narrar la muerte de Bencomo de Taoro. Vamos a seguir a Espinosa, casi contemporáneo de los hechos.

 

Peleó este día valentísimamente el rey de Taoro porque con una alabarda (botín de guerra) dicen se defendió de siete hombres de a caballo y al cabo se escapó de entre ellos y se subió por la cuesta de San Roque. Más aunque destos se escapó, no pudo escaparse de un fulano de Buendía que, sin conocerle ni saber que era rey (aunque él en su lengua se lo decía, ser el mencey, que es rey), como no lo entendiese, no le valió su reinado, que le pasó con la lanza en un barranquillo estrecho, do quedó 13.

 

Que Lugo destacase un cuerpo de siete caballeros para capturar al cabecilla es indicio de que se trataba de hombres de su máxima confianza. Lo fácil hubiera sido recurrir a las lanzas jinetas de Estopiñán. En tal caso, el vencedor habría sido Estopiñán. El adelantado se mostrará entusiasmado con Sebastián al que colmará de obsequios y prebendas. Desastrosamente, un atontado Buendía liquidará la presa, que hubiera adornado como ninguna otra su regreso triunfal a la península.


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Etc.

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