Campaña electoral de 1992. Es enfrentan Bush y Clinton. Bush alardeaba de sus éxitos bélicos y exteriores cuando Clinton le cortó con un seco:
¡The economy, stupid! (¡Es la economía, estúpido!)
Quería decir que para el elector lo importante es su bienestar personal y su seguridad y que lo demás es folklore. Clinton ganó de calle.
En estos momentos se está tramando un Gobierno para España en el que participarían activamente partidos que quieren disgregar el Estado, es decir independizar Cataluña, País Vasco, quizás Canarias, Baleares, etc. Naturalmente, en un régimen así, no sobrevivirá un país como Galicia en que, por cada activo existe un pasivo. Las pensiones habrá que limarlas, y suerte será si solo es en un tercio menos, como en Grecia. Pero a cambio tenemos el folklore del niño de la Bescansa, las rastas del otro y los selfies de las de más allá. Es lo que hemos elegido: los pueblos también tienen derecho a comportarse como lunáticos y borrachos. Disfrutemos del espectáculo.
¡Y que se chinche Clinton!
No hay comentarios:
Publicar un comentario