Este post es jurídico-político;
tal vez más político que jurídico. Avizoro ya la amnistía votada, devuelta por
el Senado, bendecida por el Congreso y sancionada y promulgada por el rey. Anticipo, digo, el momento en que el paquete se presente al señor
Conde-Pumpido y demás miembros del Tribunal Constitucional. Supongo que, por
muy tarugos que fueran, que no lo son, el asunto les tendrá que inspirar hondas
reflexiones. Más bien mayorcitos, saben que éste es su legado vital para La
Historia Jurídica. La de la Gloria o la de la Infamia.
A ver, como hipótesis, cabe pensar que se ajusta a la Constitución tanto la Ley como el principio que la inspira: Las mayorías políticas que se constituyan para una legislatura pueden auto-perdonarse un amplio elenco de delitos, auto-devolverse indemnizaciones y multas y fijar por más de una década el lapso temporal de indulgencia que les convenga. Parece que el único requisito es proclamar Altos y Elevados Principios que lo justifiquen.
Hasta ahí, de acuerdo, no es que
se adecue mucho al principio de Separación de Poderes, pero… hay que mojar las
togas en el barro y ya está. El tema superas el debate
constitucional/inconstitucional. Puesto que lo que sí que sí habrá que admitir
es que esa “constitucionalidad” será
para todos ¿no? Por ello, será perfectamente admisible si, por ejemplo, un
partido facha (no señalo a ninguno) que aspire a completar mayoría de gobierno,
pueda ir ya “calentando motores”. De
hecho, tal parecen significar algunos botellazos, barricadas de fuego y
policías heridos que hemos visto estos días. Naturalmente, si el nuevo
principio se consolida constitucionalmente, esas bandas fascistas pueden contar
con la tranquilidad de que, en futuras negociaciones de Gobierno, serán
perdonados y amnistiados con todos los honores. Pueden ya (se contemplan plazos
de + de 10 años) ir acometiendo actos de terrorismo (antes de su juicio),
malversando caudales públicos, usurpando funciones de autoridades, atentar
contra esas mismas autoridades a las que pueden resistirse, desobedecer, dejar
tetrapléjicos, acosar, mondarse de risa
con las órdenes de busca y captura, embargos, alzamientos de bienes, etc. etc.
(nadie ha dicho que exista númerus
clausus). Es más, los jueces, por un principio de prudencia jurídica,
quizás no debieran sancionar de momento esos delitos, o no hacerlo con dureza:
deberán tener en mente, por ejemplo, que un acto de terrorismo puede
convertirse en el futuro en algo no sólo perfectamente lícito, sino incluso
loable y estimulante para la convivencia.
El Alto y Elevado principio que inspirará la Exposición de Motivos de la
siguiente Amnistía será sin duda el amor a la patria y su unidad, como en la
Ley presentada en Cortes estos días lo ha sido la reconciliación con los
separatistas y le legitimidad de la segregación nacionalista.
También pienso que, en el futuro,
podría ser el propio Psoe el llamado a conformar una de esas mayorías políticas
amnestymaker; hace no tanto estuvo a
punto de ser sobrepasado por Podemos. En tal caso, algún espabilado podría pensar en reconstruir
impunemente variedades (ligth,
espero) de aquellas “oficinas” de Fomento o de la que dirigía el sr. García
Atadell, en la confianza de que, como dice el Nuevo Testamento “tus pecados te
son perdonados”.
CONSTITUCIONALIZAR LA GUERRA
CIVIL
Me he pasado unos cuantos
pueblos, pero el motivo no es otro que argumentar que el sr. Conde-Pumpido (de
otros no tengo tantas referencias) no puede menos que sentirse perplejo. A
mucho más no va a llegar en su carrera, la Presidencia del Gobierno ya se le escapó.
Su herencia jurídica será esta. En mi
personal opinión creo que no va a bendecir tamaño desaguisado, como mucho,
declarará constitucionales algunos artículos de los del “orden poético”. A ver,
lo contrario sería declarar
constitucional la guerra civil. No es creíble que sólo unos y no otros
consideren apetecible la canonjía de la violencia gratis total, como los
autobuses. O sea que, si es inteligente, y creo que sí, tiene que decir NO a
muchas cosas, (aun cuando las pudiera considerar constitucionales mediante una
interpretación exorbitante). Y no se preocupe del Líder: dará saltos de alegría: él solo quiere el sillón, incluida
su variedad aérea, y con la presentación del proyecto, ya ha obtenido la
investidura. Los estafados se enfadarán, vale, pero tienen las manos atadas
¿alguien se imagina una moción, necesariamente a a pachas de Puigdemont y Abascal?
Del resto, el Líder es posible
que tampoco cumpla nada (así lo espero, fiándome de su habitual forma de
manejarse). Si le perdona quince mil millones a Cataluña, haciendo la regla de
tres por habitante, a Galicia le tocarían cinco mil cuatrocientos. Ni un
céntimo menos. El que no leyó a Valle, no sabe lo de Las Guerras Carlistas en Galicia: al lado de la que se puede
montar, el Tsunami se quedaría en un mísero Ondiñas veñen, de
verdad.
En mi opinión, no se hará lo que se dice, o no
en plan bofetada. Tampoco parecen verosímiles esas interpretaciones chuscas que
se hacen de la Constitución: ¿Cómo que el artículo 92 permite hacer referéndums
de autodeterminación? Hasta los estudiantes saben que la interpretación de las
leyes exige integrar unos artículos con otros para extraer el sentido de todos.
Si lo contrario fuera, si se admitieran ese tipo de gamberradas jurídicas,
estaríamos ante un golpe de Estado en toda regla. Por lo mismo, tampoco los
mandatos presidenciales durarían 4 años si no se convocan elecciones, ¿porqué
no 10 o 40 como los del Caudillo o Maduro? La C.E. dice que el presidente sigue
en funciones mientras no hay otro, y si miramos sólo artículos aislados,
desvinculados del contexto… pues eso.
Es probable y deseable que todo
esto se limite a un vacile a Junts y Esquerra. Conseguido el sillón por quien
lo codicia, la balanza y la espada de la Justicia volverán a regir. Esperemos
que el sr. Conde-Pumpido rinda un último servicio de dignidad, sabe lo que es,
la tiene y la puede extraer al exterior. Es su momento. ¿Cómo un gallego va a
dejarse superar en dignidad jurídica por un Juan-Carlos Campo?
Entre Drama y Comedia, apostemos
por lo segundo. Si ponemos todos (TODOS) algo de nuestra parte, está hecho. ¿Cabe en cabeza humana un país que constitucionalice
la Guerra Civil?
No hay comentarios:
Publicar un comentario