Ha saltado a los medios la noticia de que un particular, en Palamós, tiene un claustro románico adornando la piscina. El suceso ha generado un considerable escándalo, con peticiones de inspección, de responsabilidades, de visitas guiadas, etc.
Tengamos los gallegos un poquito de autoestima. ¡Eso no es nada! En los años veinte el arzobispo de Santiago vendió a un ciudadano el claustro del monasterio de Toxosoutos, el cual lo instaló en su mansión de la carretera de Noia a Boiro. Pero lo nuestro tiene muchísimo más mérito, puesto que era uno de los tres únicos claustros románicos gallegos, junto con los de la Colegiata de Sar y el monasterio de Ribas de Sil, mientras que el de Palamós tiene pinta de demasiado nuevo, de falso. Aquí no andamos con esas niñerías de inspecciones, de visitas; si se da algo, se da. Y está feo dar lo que te sobra; se deben dar cosas valiosas, como las esculturas estilo "Pórtico de la Gloria" del monasterio del Carboeiro, donde todo el que quiso se sirvió, o el Códice Calixtino, ejemplar único de miniado medieval.
Así que no nos vengan con historias, lecciones de los demás, las justas.
P.D.- Toxosoutos, en la margen izquierda de la carretera de Santiago a Noia, es un lugar mágico; allí verás una iglesia misteriosa, cascadas, fuentes, jardines de musgo... No te lo pierdas, vale la pena aun "desclaustrado".
P.D.- Toxosoutos, en la margen izquierda de la carretera de Santiago a Noia, es un lugar mágico; allí verás una iglesia misteriosa, cascadas, fuentes, jardines de musgo... No te lo pierdas, vale la pena aun "desclaustrado".
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