martes, 31 de marzo de 2015

RESTAURADO NUESTRO ÚNICO MIGUEL ÁNGEL



         Una de las cosas más entretenidas que se pueden hacer con las obras de Miguel Ángel es cascarlas. Al David lo mancaron a banquetazos en la Revolución Florentina; un Julio II de bronce fue precipitado al suelo desde la catedral de Bolonia, desmigajándolo como el Airbús de Lufthansa; la Revolución Francesa por su parte, dio buena cuenta de un Caballo monumental sobre dos patas y, por no hacer la relación eterna, el Braghettone se cargó el Juicio Final de la Sixtina. No, no fue solo cosa de pintar braguetas; algunos personajes eran tan rijosos que hubo que abatirlos a martillazos. La historia (Il Braguettone de E. Rajoy), que salta continuamente de lo sublime a lo ridículo, está a punto de salir en  ebook.

         Nuestro país no podía quedar al margen de la furia destructiva de Buonarrotadas y no quedó. El San Juanito, nuestro único Miguel Ángel fue garajizado (es decir convertido en mojón de un garaje) por la Revolución Española del 36. Fosfatina quedó. Ahora, nuestro Miguel Ángel ha sido restaurado, o mejor dicho reconstruido, por el Orificio de Pietre Dure florentino y estará expuesto en el Prado hasta el verano.
         Corre, ve a verlo. A fe mía que a la próxima revolución no dejamos ni las migajas.

         Un enlace sobre la historia del San Juanito, aquí. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario