martes, 29 de noviembre de 2011

LA IDEOLOGÍA DE RAJOY: MANUAL PARA ASPIRANTES A MINISTROS

Su ideología política es la que se fabricó para si mismo. Existen tres tipos de políticos: Unos adoptan una ideología pret-a-porter, de las ya existentes en el mercado, como el comunismo o el fascismo. Otros, prefieren el sistema del “según”: todo es bueno o malo… a la vez: bajar o subir impuestos, congelar pensiones, etc.: es el zetablancopajinismo. La última clase, de la que se encontraran buenos ejemplos en la historia, es la de aquellos que se preparan desde muy jóvenes para la vida pública y a base de lecturas van adoptando las ideas que convienen a sus fines. Claro que da igual; los resultados son absolutamente predecibles: basta mirar el elenco de juristas, estudiantes compostelanos, arraigados en Pontevedra, registradores de la propiedad y que acabaron de Presidentes. A mi juicio, nada fiable, la receta sería: Sobre una masa de Monterismo (Montero Ríos fue un liberal-progresista, fundador de la Institución Libre que encomiaba la cultura del esfuerzo, del ponerse objetivos en la vida y del mérito, algo muy rastreable en los artículos de juventud de Mariano), se añaden unas gotas de Portelismo (Portela Valladares fue un liberal que pretendió la regeneración de la vida política española) y por último se añade un buen puñado de Cabanillismo (Pío Cabanillas, el primer auténtico “popular”, propulsor de la ideología centrista. Este, que no fue Presidente porque el franquismo fue eterno, le enseñó las mañas). Sobre todo ello se espolvorean unas buenas pizcas de rajoycismo (Rajoy Leloup, Secretario General de la pre-autonomía gallega de la República, fue un progresista, precursor del galleguismo político. En mi deleznable opinión, los dos primeros ingredientes le llegaron filtrados de “caciquismo” a través de este último). Si uno se fija, las palabras se repiten: liberalismo, centrismo, regeneracionismo. Y el futuro se vuelve diáfano: Importancia de la educación, Justicia justa (ojo, sin acepción de personas); órganos reguladores independientes; reglas de juego estables; economía sostenible en sentido económico, es decir, no abocada al crack…

Así es si así os parece y Jacques, parodiando a Ford Madox Ford en la primera página de El buen soldado quiere advertirle que…

“Conocía a Mariano Rajoy todo lo bien que es posible conocer a alguien pero, por otra parte, no sabía nada en absoluto acerca de él”.

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