martes, 4 de abril de 2017

A CORUÑA, 1589: MARÍA PITA ESPETANDO A UNO DE LA CONTRARMADA

Estimado Sir Michael Howard:
 Yo también he tomado un par de gin-tonics. Estoy en condiciones de aclararle porque los sires tienen las orejas rojas.
Se las calentaron unos tipos de “habla hispana”. Año 43: La Legión IX Hispana flanquea por la izquierda y derrota a 100.000 británicos en la batalla del río Medway. Año 1374: tras darle un repaso a los 5 puertos del Sur, 50 buques de habla hispana al mando de Fernando Tovar, remontan el Támesis y toman Londres. Año 1405: otro miserable de habla hispana, Pero Niño, vuelve a tomar Portland, Poole, Southampton… La Armada Invencible fue un error de cálculo, lo reconozco, pero la revanche al año siguiente fue el doble de paliza a favor de los de habla hispana: 1589: la Contrarmada dirigida por Drake queda deshecha entre A Coruña y Lisboa con el cuádruple de pérdidas para los paliduchos. Aramburu repasa en el Cantábrico los restos de los brumosos en desbandada: una especie de “sálvese quien pueda”. 1731: la batalla final para que América hubiese sido de “habla guiri” y no de “habla hispana”.  Almirante Vernon con 200 navíos de línea se lanza sobre Cartagena de Indias, cerca del istmo, dispuesto a estrangular el “habla hispana” en el nuevo mundo. Todo porque le cortaron la oreja a un tal Jenkins. Blas de Lezo cortó miles de orejas de la magna escuadra británica que quedó deshecha; pero ningún rabo: aquellos valientes, igual que Cook o Schackleton, no echaban la culpa a sus mujeres.

Vale, estamos en 2017 y vosotros estáis ganando por dos sets a cero. De repente la Unión Anglogalesa decide convertirse en una especie de Puerto Rico pero en soso y gris desvaído. Como buenos sportmen tenéis que entender que nos hayamos dicho: ¡aquí hay partido! En Europa estamos a gustito: Trajano, Adriano y otros de habla hispana la crearon. Podemos mejorarla ¡lástima de concejales británicos como Mc Alister y Saunders que echaban una mano! Habéis preferido al Super-primo, es vuestro derecho. Pero me pregunto qué dirá el mayordomo cuando escuche: ¡El rey ha muerto, viva el Rey… y se llama Trump! Bueno, sí, dirá:
--Podría repetírmelo por favor.
Porque si el anfitrión se dedica a agarrar a las señoras por el coño debajo de la mesa, no sé con qué carallo de cara se podría servir el té.

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