El
sr. Tsipras se ha fundido en un emocionado abrazo con nuestro Pablo, avizorando
para España los logros alcanzados en Grecia. Como la principal propuesta para
España es “no-pagarnos” lo que nos debe (33.000 millones de euros solo a los
españolitos), vamos a desglosar el significado de tan fantástica noticia.
El
total de jubilaciones/año en España es de 80.000 mill. de euros, representando
un pufo del 33.000 más o menos un 40%. De suerte que, si se cumplen los planes
del amigo de Iglesias, y, teniendo en cuenta que nuestra pensión media es de 1.000
euros, este año a los pensionistas españoles medios les tocará percibir 600. En
este sentido Tsipras es un mero continuador de la política endémica en su país,
consistente en pedir prestado y afirmar que no va a devolver el préstamo. Dentro
de un mes van a necesitar otros 10.000 para sus pensiones, su sanidad, su
educación y sus funcionarios. Y se los vamos a dar. Y no nos los van a
devolver. ¡Ah!, pero nos hablarán de Pericles, del Partenón y de la Filosofía aristotélica. Esa
fabulosa política que, en el pasado, ya le ha costado al pensionista griego
la mitad de su pensión y a cientos de miles de funcionarios griegos, su oficio,
el sr. Txipras se propone elevarla a la categoría de arte: encima de pufearnos
nos insulta. Y ¡ojo!, de revolucionario, nada; sigue la vieja teoría política de
“pillar cacho”. La prueba es que se ha coaligado con un ex-ministro de Marina
que aquí estaría considerado a la derecha de Falange (unión del Estado con la Iglesia , deportación de
los exiliados políticos, represión de la homosexualidad, etc.).
Nadie duda de que los españoles Podemos mejorar esas marcas; en el año 36 hemos dejado una buena muestra de nuestras capacidades.
Pero... ¿queremos?
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