miércoles, 14 de agosto de 2019

INTERPRETACIÓN DEL TESTAMENTO

Tumba de Ricardo Corazón de León en Rouen


Pregunta.-Nuestro tío lego en su testamento determinada casa a uno de sus sobrinos e instituyó herederos a los tres que tenía (el sobrino legatario y 2 hermanos del mismo); años más tarde dividió horizontalmente la casa en cuatro elementos, tres a locales y uno a vivienda. ¿Se entiende que el legado alcanza tan sólo el piso a vivienda y que lo locales comerciales pertenecen a los tres herederos a partes iguales?
 
En Rouen dan la brasa con Juana de Arco, una pequeña analfabeta a la que pusieron una coraza y un pendón; cuando se cansaron del espectáculo la quemaron a unos pasos de donde hoy se alza esta catedral.
Respuesta: Los testamentos tienen una regla “oficial” para interpretarlos: es el art. 675 del Código Civil (léelo en alguna web). Se interpretan según sus palabras y lo que el testador quiso decir con ellas (por ejemplo, identificar a un sobrino o a una finca por un apodo) pero siempre, siempre “según
En Honfleur la iglesia la hicieron con un barco vuelto del revés
el tenor del mismo testamento”. Es decir lo que el testador pensaba en el momento de otorgar el testamento y no después; por tanto, los hechos posteriores en nada afectan al testamento salvo que ese “hecho” sea un nuevo testamento revocatorio o modificativo.

Distinto es el caso de desaparición del objeto, ya que, aunque sea de Perogrullo, el testador sigue vivo hasta que se muere, y puede actuar sobre la cosa legada. Por ejemplo, transformándola, de manera que no conserve ni la forma ni el nombre: el ejemplo puede ser un bloque de mármol que se convierte en una escultura de Miguel Ángel. Entiendo que eso no se aplica a las casas que 
se dividen, que conservan la forma y el nombre. Por ejemplo, vendiéndola, en cuyo caso, cuando el testador muera el objeto legado ya no estará en la herencia, siendo imposible el cumplimiento. Por ejemplo, si perece la cosa legada, por ejemplo el caballo Imperioso, en este último caso con matices.








Saint Malo, a la izquierda, destaca por sus tiendas de delicatesen, donde te venden quesos y embutidos franceses por el quíntuplo de precio que en los supermercados que están más arriba.


Tour Saint Jacques (París).-Aquí empieza el Camino de Santiago (el verdadero, el francés, no estos inventados de ahora). Sigues por el pont Saint Jacques, continuas por la rue Saint Jacques (a tu derecha verás La Sorbonne) y ya está en marcha. Fíjate en los puestecitos de los notarios, en la base: hacían testamento a los peregrinos, puesto que en aquel entonces la palmaban casi todos, no como ahora, que acaban comiendo almejas y berberechos tailandeses en la santiaguesa rua do Franco.


P.D.-EL CAMBIO CLIMÁTICO.-Siempre me cachondee del traído y llevado "cambio". Como aficionado a la historia me parecía que ni comparación tienen las ligeras oscilaciones actuales con la "Época cálida medieval" (viñedos en Groenlandia) o la "Pequeña glaciación" del barroco (el Sena convertido en un témpano). Vale, pues ahora ando un poco mosca. Está lo de los rorcuales y tiburones a tutiple en Sanxenxo; y  está que en Honfleur, un pueblecito normando habitualmente más fresco que A Coruña, me caigan encima ¡43 grados y medio! Debió afectarles al coco, ya que la cigala me la pusieron en trance de sujetarse el culito.



Esta es como la foto de la tour Eiffel: no te libras

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